Supongo que te sonará mucho esta frase, o incluso la utilizas para crear tus propios propósitos.
Puede parecer absurdo, ya que cuando te plantas en el año nuevo, tan solo hace un momento que estuviste en el anterior, pero como si eso se borrase por completo, nuestra cabeza hace “click” y resulta que nos vemos totalmente motivados para adelgazar, aprender otro idioma, dejar de fumar, o cualquier otra cosa que tengamos en mente llevar a cabo.
Tengo que decir, que yo intento proponerme cosas que crea ser capaz de poder cumplir.
Aunque hay alguna que repito anualmente, y no logro ponerme a ello, (¡maaal, Silvia, maal!!). En fin, este año espero conseguir al menos uno de mis propósitos, el que considero más importante, y es cuidar “muy mucho” de mi salud mental. Sí, quiero ser capaz de dedicar más tiempo a mí misma, estar relajada, sin prisas, sin quehaceres añadidos, sí, añadidos. Y es que, bastante tenemos ya en estos tiempos que corren, como para añadir trabajo extra, y yo soy muy dada a ello.
Quiero ser capaz de ir más despacio, es complicado, ya que somos máquinas en continuo movimiento. Las horas se nos van deprisa, casi sin darnos cuenta de cómo van pasando a nuestro lado, momentos que ya nunca volverán, y aunque pueda parecer egoísta, (o al menos a mí me lo parecía), el tiempo me ha hecho darme cuenta de que es totalmente necesario, saber delegar y no estar siempre para todo, y para todos.
Acaba de empezar el año, y no sé qué me depararán estos meses, pero lo que sí sé, es que trataré de cuidar más mi “cabecita”, y me prometo a mí misma disfrutar de esos momentos únicos que nos regala la vida, y que casi siempre dejamos pasar porque estamos sumidos en esta vorágine de obligaciones.
¿Y tú, tienes propósitos para este nuevo año?, ¿ya has empezado con ellos?.